“Poisonous Delivery”
NARRADOR OMNISCIENTE
Llegaron las ocho de la noche y como siempre puntual, ella espera cruzada de piernas y con el codo recargado en la barra, a la cita que le prometió su revanchista manager.
Pide un martini pese a que es de los aperitivos que menos le gustan. Lo hace porque el dulzor quita lo fuerte del alcohol y así, relajarse es más sencillo.
Una copa ancha de cuerpo esbelto y cristal delgado le es servida con hielo y olivas y allí bebe.
Los tragos son largos y contundentes. Bastan cuatro sorbos para terminar el cóctel y darse unos minutos de espera entre bebida y bebida.
Mira su reloj.
Ocho y cinco.
Ocho y diez.
Ocho y cuarto.
—¿Otro? —el barman limpia sus manos con una servilleta y la posa en su hombro, deteniendo la mirada en la mujer pelirroja de corsés borgoña y jeans tejanos.
—Sírveme un mezcal.
Aleja la copa de martini vacía, haciendo crujir su nuca.
El pelo le cae tan lacio como una lámina de carmesí papel. Brilla y el chico de la barra saliva de gus