“First on the List”
—No comiste nada.
Miro mis camarones ensalsados y boniatos a las brasas, me la pasé, desde que trajeron mi plato, revolviéndolos con el tenedor.
—La verdad no están para nada tentadores —achino un ojo y retiro el menú, acercándoselo a él—. ¿Lo quieres?
Su risa es fresca y completamente genuina lo cual dentro de mi absoluta tranquilidad, se me contagia.
—Creí que te gustaba este restaurante.
Me incorporo, repantigándome en la silla, entornado la mirada cuando la brisa marina me da en el rostro.
—Es mi favorito —ladeo la cabeza y él se centra en los rulos rojos que caen sobre mi hombro—, pero hoy no estoy nada hambrienta.
—Se te ve agotada.
—Lo estoy —inhalo hondo—. Estudio mucho por las noches. Voy más temprano a la agencia y tuve dos sesiones después de mediodía —llamo al mozo, pidiéndole un café bien cargado.
—Deberías descansar.
El codo de Isaac se apoya en la mesa y su grueso y bronceado dedo repasa su barbilla.
—Es mi día contigo —evado el verde esmeralda de su