Capítulo 4

Olivia Grace estaba sentada en el lujoso coche propiedad de su esposo, Hunter Jackson. Su rostro estaba pálido—no solo por las náuseas del embarazo que acababa de descubrir, sino por la tormenta de emociones que rugía dentro de ella. No podía creer que él tuviera el descaro de arrastrarla a casa de esa manera.

—¡Hunter, suéltame! ¡No puedes arrastrarme así en público! —gritó Olivia, apartando su brazo del firme agarre de Hunter.

Hunter mantenía la vista fija en la carretera, la mandíbula tensa.

—Soy tu esposo, Olivia. Tengo derecho a llevarte a casa. ¿De verdad pensaste que te dejaría pasar la noche con tu ex?

Los celos que ardían dentro de él estaban alcanzando su límite.

—¡Solo necesitaba un lugar tranquilo para pensar! ¡No tienes ni idea de lo que estoy pasando ahora mismo! —replicó Olivia, alzando la voz.

Hunter giró hacia la entrada de su gran mansión. Un silencio pesado se instaló entre ellos al entrar en la casa. Una vez que la puerta se cerró detrás de ellos, Olivia se volvió hacia él con fuego en los ojos.

—¿En qué estabas pensando, Hunter? ¿Me arrastras de vuelta a casa, y luego qué? ¿Qué piensas hacer conmigo? ¿Destrozarme como destrozaste mi dignidad con esa mujer... Sofía?

Hunter acortó la distancia entre ellos en cuestión de segundos, el rostro enrojecido por la ira.

—¿Y tú crees que me voy a quedar de brazos cruzados viendo cómo te vas con Ethan? ¿Tu ex? Estás jugando con fuego, Olivia.

—¡Nunca tuve intención de engañarte, Hunter! Me fui porque necesitaba espacio… para procesar todas tus mentiras. ¡Sobre ti y Sofía, sobre lo frío que te has vuelto! —gritó Olivia, con lágrimas comenzando a caer.

—¿Y ahora me echas toda la culpa? ¿Crees que no me duele a mí también? ¿Ver a mi esposa pasar la noche con otro hombre?

—¡¿Y tú crees que yo fui feliz viendo cómo mi esposo me traicionaba a mis espaldas?! —gritó aún más fuerte.

De repente, silencio. La respiración agitada era el único sonido entre ellos. Los ojos de Olivia estaban rojos e hinchados, y los puños de Hunter estaban apretados con fuerza.

—No me acosté con Sofía —dijo Hunter al fin, con la voz más baja—. Pero estuve cerca de ella. Porque estaba celoso, Olivia. Porque me hiciste sentir que ya no me necesitabas.

Olivia soltó una risa amarga.

—¿Así que los celos son tu excusa ahora? ¿Así justificas la traición?

Hunter dio un paso lento hacia ella.

—Me equivoqué. Lo admito. Pero soy humano, Liv. Estaba herido. Sentí que te estaba perdiendo y no sabía cómo detenerlo.

—¿Tú crees que puedo perdonarte así como así? ¿Después de todo? ¿Después de todo el dolor que causaste? —preguntó Olivia, con la voz temblorosa.

Hunter la miró a los ojos.

—No merezco tu perdón. No fácilmente. Pero si me das una oportunidad, lo arreglaré. Te lo prometo, cambiaré.

Olivia dio un paso atrás, con el pecho oprimido. Había una tormenta rugiendo en su corazón. Aún lo amaba. Pero las heridas eran demasiado profundas.

—Yo... no lo sé, Hunter. Es demasiado. Y...

De pronto, su cuerpo se tambaleó. Su visión se nubló. Hunter corrió y la atrapó justo antes de que cayera.

—¡Olivia! Liv, ¿qué te pasa? —gritó con pánico.

Olivia cerró los ojos, su cuerpo inerte en los brazos de él.

—Estoy... estoy embarazada, Hunter...

Hunter se quedó paralizado. El mundo pareció detenerse.

—¿Qué...? ¿Dijiste... embarazada?

Olivia abrió los ojos lentamente.

—Sí... y no quiero que mi hijo crezca en una casa llena de mentiras y odio.

Hunter miró a la mujer aún en sus brazos. Sus ojos se llenaron, no de ira esta vez, sino de tristeza y arrepentimiento.

—Lo juro, los protegeré a ambos. Seré un buen padre, Liv. Por favor, dame una oportunidad…

Olivia bajó la cabeza, dejando que las lágrimas cayeran sobre el pecho de Hunter. En ese momento, se sintió frágil. Quería creerle, pero el miedo y el dolor estaban demasiado arraigados.

—Dame tiempo, Hunter. No puedo tomar una decisión ahora.

Hunter asintió lentamente.

—Esperaré. El tiempo que sea necesario.

El silencio volvió a caer, el sonido de sus corazones llenando el espacio. Pero fuera de la casa, Sofía Joy no iba a permitir que su matrimonio sanara tan fácilmente.

Mientras tanto, en un apartamento de lujo, Sofía Joy miraba su teléfono con rabia ardiente. Un video corto de Hunter arrastrando a Olivia fuera del hotel se había vuelto viral en los círculos de élite.

—Olivia Grace... ¿Crees que ganaste solo porque estás embarazada? Piénsalo otra vez. No me quedaré callada. Vas a arrepentirte de haber vuelto con él.

Sofía tocó un contacto oculto en su teléfono. Una voz masculina y fría respondió al otro lado.

—¿Qué necesita, señora?

Sofía sonrió con malicia.

¿Qué hará ahora Sofía, sabiendo que Hunter Jackson ha vuelto con Olivia Grace?

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