OMAR
—¿Cómo están mis niños? —pregunté llegando a las mujeres de mi vida para acariciar el vientre de mi mujer. Mi hermana había venido para el baby shower de mis hijos, y si, serán dos hombrecitos.
—¿Solo preguntaras por tus hijos? —Preguntó Aitana y negué. Ella también presumía una pequeña barriga de embarazo.
—¿Cómo está, mi sobrinito? —dije acariciando su barriga de cuatro meses. El bebé ya comenzaba a moverse y siempre que me acercaba se movía.
—Esta muy bien. Aun no puedo creer que esta casa se llenará de puros varones. Lo bueno es que seguiré siendo la princesa de mi papá. —dijo sentándose a un lado de mi madre.
—Todo bebé es bienvenido en la familia sin importar si es niño o niña. —dijo mi abuela acariciando la barriga de mi prometida.
La boda aún no se había llevado a cabo. Después de haberle pedido matrimonio a mi bombón. Muchos rumores se levantaron, y la noticia del embarazo de Phoebe se hizo pública. Las personas la acusaron cruelmente de haberse embarazado a propósito so