Te busqué hasta romperme
Segunda parte.
Luciano Lennox-Spencer
El pasillo olía a ese maldito olor y cuando ingresó a su habitación olía a desinfectante y cloro, A limpieza. A todo lo que Isabella odiaba. Lo supe de inmediato cuando vi cómo fruncía la nariz, apenas abrí la puerta. La vi tragar saliva con dificultad, y esa mueca de náusea me estremeció.
No podía más, en cualquier momento las ganas le ganarían.
Corrí hacia la ventana y la abrí de par en par, dejando que el aire de la tarde barriera con todo ese maldito olor a hospital.
—Perdón —murmuré—. No pensé que… el olor…
Ella negó con la cabeza, débil.
—Hoy solo fueron cinco veces —susurró, con una pequeña sonrisa dolorosa—. Vamos mejorando, poquito a poquito.
Cinco veces. ¿Cómo diablos pude estar lejos de ella todo este tiempo mientras luchaba con esto sola? ¿Cómo pude dormir tranquilo cuando la mujer que amo se arrastraba entre vómitos, debilidad y miedo?
Me acerqué y tomé su mano despacio, sin apretar. Su piel seguía p