Alexei
Hay cosas que ni siquiera yo puedo controlar.
Y eso es decir mucho viniendo de alguien como yo. Me he forjado entre decisiones frías y manos firmes. No doy pasos en falso, no dudo, no dejo que nada ni nadie me desestabilice.
Hasta que apareció ella.
Aria.
Como una tormenta con sonrisa suave. Como una bala envuelta en terciopelo.
Una contradicción tan hermosa como maldita.
No debería afectarme su proximidad. No debería alterar mi juicio el recordar el sabor de su boca o la forma en que sus ojos me desnudan sin pedir permiso. Pero cada vez que e