Alexei
La puerta se cierra con estrépito, y un escalofrío recorre mi espina dorsal. El hombre frente a mí parece casi ajeno al pánico que está a punto de desatarse, pero yo sé que las palabras que acaba de pronunciar marcarán el inicio de algo mucho más grande. Algo que podría acabar con todo lo que he estado tratando de proteger.
—Tienes que ir ahora, Volkova. —El tono de urgencia en su voz hace que mi estómago se apriete. Pero no tengo tiempo para preocuparme por él. Mis ojos se centran en Aria, que está a mi lado, con esa mirada decidida que siempre me ha desconcertado. Siempre he pensado que su fragilidad era una debilidad, pero me he equivocado. Esta mujer, a mi lado, es mucho más fuerte de lo que imaginé. Y hoy