—Quiero que te quede claro que mientras dure nuestro acuerdo de matrimonio, no podrás ir por ahí coqueteandole al que se te antoje, ¿Entendido? —dijo Mikkel, fulminandola con la mirada.
—No, no queda entendido, quieres que no se burlen de ti, pues yo también quiero lo mismo, en primer lugar este matrimonio por contrato debió de permanecer oculto, y tu familia se ha encargado de comunicarlo a los cuatro vientos, desde el día del matrimonio enviaron a la prensa, una novia que se casa con una firma, porque al novio no se le dio la gana de acudir a la boda, además, ¿Cómo crees que se han burlado hoy de mí cuando vino por ti el fideo? —Lía alzó la mano y se cubrió la boca, sin querer dijo el apodo que le puso Sophia a la chica.
—¿Fideo? —preguntó Mikkel alzando una ceja, logró contener la risa, estaba furioso con Lía, pero se le hizo gracioso el apodo que con el que se refería a la chica.
—Bueno, la espigada esa que ha venido a buscarte.
—¿Celosa? —preguntó en tono sarcástico.
—¿Celosa yo?