Lía soltó un bufido, estaba harta de Vera y sus intrigas.
—Ya se había tardado esa víbora —dijo.
Mikkel apretó la mandíbula, mientras miraba la pantalla.
Vera seguía despotricando en la entrevista.
—Lía siempre ha sido envidiosa, siempre me quitó lo que era mío, y ahora, con los problemas que ha causado a la empresa, veo que Mikkel sufre, él merece alguien que lo apoye de verdad, no una sustituta que solo se preocupe por obtener dinero.
La entrevistadora sabía que esa mujer daría buen material para aumentar las vistas.
—¿Cree que el matrimonio es una farsa? —preguntó, previendo que Vera se soltaría a despotricar sin filtro.
Vera asintió, limpiándose con el dorso de su mano una lágrima falsa.
—Lo es, es un contrato, Lía le pidió una fuerte cantidad para casarse, pero espero que Mikkel pronto abra los ojos, y me pida que recuperemos lo que teníamos.
—¿Estaría dispuesta a perdonarlo después de lo que le hizo?
—Por supuesto, Mikkel es el hombre que amo, lo esperaría toda la vida —lanzó un