La tarde en Lyon había sido tranquila después de la reunión con Pierre. Mikkel y Lía volvieron a la habitación del hotel.
—Esta noche tenemos la cena con Jean Dupont —dijo él de repente.
Lía suspiró.
—Otro más.
—Este es importante, si lo convencemos, salvamos el sur de Francia.
Ella se giró y lo besó.
—Vale, pero después volvemos aquí y me follas hasta que no pueda caminar.
Él sonrió.
—Trato hecho.
Se vistieron para la cena, Lía se puso un vestido rojo que le quedaba perfecto, era ajustado, con un escote discreto. Mikkel como siempre, eligió un traje negro, cuando salieron del hotel, un auto los esperaba.
Cuando llegaron al lujoso restaurante, Jean Dupont ya estaba ahí, en una mesa al fondo, era un hombre de unos sesenta años, calvo y algo pasado de peso, pero vestía un costoso traje y un reloj que valía una fortuna, se levantó al verlos.
—Señor y señora Skarsson.
Se sentaron y pidieron vino, de entrantes pidieron algunos platillos típicos del lugar.
Jean empezó a hablar de manera dir