Cap. 94 Espera en un rato
Lucius no les dio la oportunidad. Avanzó un paso dentro de la habitación, su mirada, recorriendo al grupo como si contara ovejas descarriadas.
—Mis padres —continuó, articulando cada palabra con una claridad que no dejaba lugar a dudas— estaban en una reunión familiar. No sé si lo han entendido.
—Hizo una pausa dramática, dejando que el peso de la palabra "familiar" cayera sobre ellos.
—Los dejé hoy aquí temprano para que se reunieran, tuvieran un almuerzo, pasaran una cena placentera y después conversaran. —Su tono era de una severidad glacial.
—Es lo que hacen las parejas que intentan resolver sus asuntos en privado. ¿O es que ahora también van a filmar las discusiones matrimoniales de toda la ciudad?
La pregunta, cargada de sarcasmo y desprecio, fue la gota que colmó el vaso de la vergüenza ajena. Los periodistas se miraron entre ellos. La historia de "abuso" se había desmoronado ante la presencia imponente de Isabella.
La narrativa de "reunión familiar privada" que Lucius presen