Capítulo 11
Serás mía
— ¿Qué necesitas, Logan? Ya no soy la misma que caía en tus juegos tontos —dijo Eira con firmeza, mientras lo observaba.
Logan se encontraba de espaldas al ventanal que daba al jardín trasero. Ella nunca había entrado a esa habitación, ni tampoco había visitado esa parte de la mansión. Su sola presencia allí le provocaba un escalofrío.
Él giró lentamente hacia ella, con una sonrisa que helaba la sangre.
—Bueno, es una pena que no quieras participar… pero eres la invitada especial. Sin ti, esta noche no sería la misma.
Eira sintió un nudo en el estómago.
-No. No me interesa nada de lo que tenga que ver con esta fiesta ni con la luna llena —espetó—. Ambos sabemos que no tendré ninguna posible pareja ni nada por el estilo, y mucho menos participaré en tus torturas.
Logan se acercó con paso lento, observándola con intensidad. Algo en ella era diferente. Aún no lograba descifrar qué, pero lo percibía.
—Es una lástima… porque necesito un sacrificio. Alguien que