Alexander Lee (Jin-Sung)

​La luz se extinguió.

​Un silencio de un segundo, luego el murmullo de sorpresa en la calle, roto por el sonido de una carcajada amortiguada en el tercer piso: Munan y Trina aún no se daban cuenta de que el mundo se había reducido a la oscuridad solo para ellas.

​—Dos minutos, Karl. Hazlo rápido —ordené, mi voz una mezcla de ansiedad y euforia.

​Karl se movía con la precisión de un profesional entrenado en el arte de la intrusión. Sus movimientos eran rápidos y silenciosos, un fantasma en la noche de Múnich. El apagón selectivo era una especialidad que habíamos desarrollado para misiones corporativas de alto riesgo: un cortocircuito perfecto que solo afectaba a un bloque, dando el tiempo justo para actuar.

​Subimos los escalones de madera desgastada. El silencio dentro del edificio era ensordecedor. Al llegar al tercer piso, la puerta del apartamento de Trina se abrió sin esfuerzo. Karl no necesitaba llaves ni ganzúas; usaba herramientas que el diner