En una tarde que parecía tranquila,la rutina en la mansión Balmore se vio interrumpida por uno de los escoltas.
El hombre había visto a una mujer pegada al portón eléctrico de la entrada.
La dama estaba vestida con unos jeans ajustados y tenía puestos unos lentes oscuros.
Cuando se percató de que su presencia había sido descubierta se echó a correr.
—¡Alto mujer!,¡Detengan a esa tipa,es una espía.
Ares, que había regresado del cementerio con el ánimo caído, había dispuesto no tratar nada de trabajo ese día.
Se dedicaba a leer un libro,al percatarse a los lejos de toda la maniobra para capturar a la intrusa dejó caer el libro en el suelo y salió a la entrada.
—¡No vayan a disparar!,puede ser Selene.
Una ilusión le embargaba en ese momento,llegó a pensar que quizás ella lo había pensado mejor y deseaba volver a su lado.
—No entiendo,¿Por qué vino sola?
Sin pensarlo dos veces se subió a su auto para recorrer la zona.
“Con suerte la consigo por acá,tal vez se asustó o cambió de opinión.