Por la mañana Ares salió a trotar;era su rutina favorita para calmar sus pensamientos.
Deseaba con todo su corazón buscar a Selene,más sabía que no debía hacerlo.
No se necesitaba ser muy inteligente para saber que todos sus movimientos eran monitoreados por el Lince.
Ares no se esmeró en ocultar la mala voluntad que le tenía al nuevo socio.
Su duda interna era saber si era el único en ese círculo mafioso que detestaba al fulano.
Su celular sonó y atendió de inmediato,la voz autoritaria del otro lado le revolvió el estómago.
— Ares,sé que no soy santo de su devoción,pero debemos trabajar juntos porque nos necesitamos….
— Vaya,vaya.Debe ser usted el fulano Lince,yo no necesito de nadie y si quiere trabajar en mi organización debe dar la cara.
Un silencio incómodo se instaló del otro lado de la línea telefónica.
El Lince carraspeó y finalmente le dijo lo que Ares quería escuchar.
— No comas ansias,pronto te daré una linda sorpresa.
— ¿Me está amenazando?
Antes de que Ares dijera algo