Jake trabaja duro haciendo los ejercicios y Shantal con la mirada fija en las ilustraciones le ayuda con los más complejos. Él no quiere que lo toque, por que su solo tacto quema y se sumerge en recuerdos del pasado que lo atormentan, recuerdos que prefiere mantener en lo más oculto de su ser.
Tiempo atrás...
Shantal estaba sentada en medio de la sala, en la penumbra de la noche. Le habían dado permiso de pasar el fin de semana en casa de los Polters a pesar de ser solo una chiquilla de catorce años. Jake se despertó en medio de la noche a causa del calor, por lo que decidió ir a la cocina por un poco de refresco de cola. De pronto, escuchó unos sollozos que lo sobresaltaron, hasta que se dió cuenta que se trataba de la mejor amiga de su hermano.
Lo mejor sería ignorarla, pero cuando encendió la luz y la vió ahí, sentada en el piso, abrazando sus flacuchas rodillas con su carita de muñeca empapada por las lágrimas, no pudo evitar la preocupación. Se acercó a su lado y se colocó en