— ¿Por qué no me dijiste que tu médico ahora era el médico pervertido?— pregunta Jordan mientras salimos de la consulta.
— ¿Qué diferencia hay?— Pregunto y me subo al auto.
— ¡Toda la diferencia Sam! El tipo se acercó a ti, frente a mí, mientras estabas postrado en cama y ni siquiera podías reaccionar. ¿Sabías que eso podría calificar como acoso?— Me río de él.
— ¿Estás celoso por casualidad Jordan?— hablo.
— Por supuesto que lo soy, eres mi m*****a mujer. no me gusta la idea, que hay otros chicos coqueteando contigo, especialmente delante de mí.— me sorprende tu confesión.
— ¿Desde cuándo te preocupas por esto?— Le pregunto y él toma una respiración profunda.
— Desde el momento en que aceptaste quedarte conmigo, darme una oportunidad, desde el maldito momento en que me enamoré de ti. ¿Satisfecha?— mi corazón salta de alegría y en mi estómago vuelan mariposas.
Escucharlo decir eso en voz alta fue un poco vergonzoso porque, nunca habíamos hablado realmente sobre lo que sentimos el uno p