Habían pasado algunos días desde aquel encuentro. Yo todavía estaba intentando asimilarlo todo, como si mi corazón necesitara tiempo para organizar los sentimientos que vinieron todos de golpe.
Ellen, o mejor dicho... mi madre, estaba escondida en un lugar seguro. La decisión fue unánime entre ella y mi padre. Aunque su rostro no fuera tan conocido públicamente, aún existía el riesgo de que alguien la reconociera. Y cualquier mínima exposición podría ser peligrosa, tanto para ella como para nosotros.
Durante esos días, estuve yendo y viniendo, visitándola con calma. Tratando de construir un nuevo puente entre nosotras. Uno que no existía, pero que ahora, de alguna forma, necesitaba ser levantado.
Pero aún faltaba una pieza. Una parte importante de todo esto.
Sean.
Él sabía que quería presentarle a alguien. Siempre me preguntaba de qué se trataba y, como yo nunca decía todo lo que tenía que decir en el momento, se irritaba y me dejaba hablando sola. Pero después, con un poco más d