CAPÍTULO 54: LA MENTIRA MÁS DULCE
Maddison
Salgo del baño con las mejillas encendidas y el corazón aun latiendo demasiado rápido. Mi cuerpo todavía tiembla por lo que acaba de pasar. Me obligo a respirar hondo y a recuperar algo de compostura. Me acomodo el vestido deliberadamente, alisando la tela con las manos mientras me miro en el espejo del pasillo. Me veo bien, aunque mis labios siguen hinchados y mis ojos tienen ese brillo oscuro que no puedo disimular.
Al abrir la puerta que da al pasillo principal, me encuentro con Vanessa. Ella está de pie, con una copa de champán en la mano, charlando con un par de mujeres de su círculo, pero en cuanto me ve, toda su fachada se rompe por un segundo. Sus ojos se clavan en los míos y luego se desvían a Derek, que está a unos pasos detrás de mí. No estamos juntos, pero la dirección de la que venimos lo dice todo.
Sonrío. Una sonrisa lenta y venenosa que sé que va a dolerle más que cualquier palabra. Me aseguro de acomodarme bien el escote del