CAPÍTULO 108: LA ÚLTIMA PROMESA ROTA
Maddison
No puedo dormir. La pelea con Derek se repite una y otra vez en mi cabeza como una escena maldita que no puedo pausar ni borrar. Intento convencerme de que hice lo correcto al irme, de que necesitaba ese espacio. Él debía resolver su vida sin arrastrarme otra vez al fondo, pero la verdad es que me duele más de lo que estoy dispuesta a admitir.
Pienso en llamarlo más de una vez, pero no quiero escuchar su voz solo para que me diga que sigue atrapado con esa mujer y que aún no puede dejarla. No quiero volver a ser su amante otra vez.
Así que al día siguiente llamo a quien sí puede darme respuestas. El investigador me contesta en el segundo tono, le digo que quiero verlo.
Horas después, estoy sentada frente a él. El dibujo sigue en mi bolso. Lo saqué varias veces esta mañana, sin atreverme a romperlo ni a soltarlo. Lo observé en silencio, sentí las líneas gruesas, los colores apretados, las sombras fuera de lugar, dibujado con rabia, con fuer