P.O.V Larissa
Después de decirle la verdad a Calem sobre que yo no tomé esa pastilla, debo de decir que una parte de mí está triste; sí, llegué a pensar que estaba embarazada. Pero por lo visto, primero tengo que terminar con toda la basura que hay en mi camino para poder darles algo mejor a mis hijos.
También está bien por la parte que debo de hacer del plan; si hubiera estado embarazada, no podría hacerlo.
Calem salió muy temprano con mi padre. Tenían que ir a entregar la mercancía a los árabes. También porque mi padre traería más armamento para lo que vamos a hacer.
Tengo un antojo de algo dulce. Me levanto de la cama y me pongo mis pantuflas. Salgo de la habitación. Llego a la cocina y busco en uno de los cajones algo dulce que comer.
Miro en el estante de arriba una cajita de galletas de chocolate. Pongo una silla y me subo para bajarla. Tomo la caja en mis manos y me meto una galleta en la boca.
—Hola, Larissa. —Esa voz la conozco; es Dante. Volteo y miro a Dante en la pue