P.O.V Larissa Después de decirle la verdad a Calem sobre que yo no tomé esa pastilla, debo de decir que una parte de mí está triste; sí, llegué a pensar que estaba embarazada. Pero por lo visto, primero tengo que terminar con toda la basura que hay en mi camino para poder darles algo mejor a mis hijos. También está bien por la parte que debo de hacer del plan; si hubiera estado embarazada, no podría hacerlo. Calem salió muy temprano con mi padre. Tenían que ir a entregar la mercancía a los árabes. También porque mi padre traería más armamento para lo que vamos a hacer. Tengo un antojo de algo dulce. Me levanto de la cama y me pongo mis pantuflas. Salgo de la habitación. Llego a la cocina y busco en uno de los cajones algo dulce que comer. Miro en el estante de arriba una cajita de galletas de chocolate. Pongo una silla y me subo para bajarla. Tomo la caja en mis manos y me meto una galleta en la boca. —Hola, Larissa. —Esa voz la conozco; es Dante. Volteo y miro a Dante en la pue
Han pasado varias semanas y hemos dejado que nuestros enemigos piensen que no sabemos quiénes están detrás de todo esto. Yo estoy lista en mi posición. Estoy estacionada en una calle; veo por el retrovisor cómo varias camionetas negras se acercan a mí. Me meto un pequeño cuchillo en mi bota. En eso, un disparo entra por la ventana de atrás. Bajo la cabeza y veo que impacta en el otro de enfrente. Saco mi arma y por el espejo disparo. Dándole a uno de esos hombres. Veo cómo bajan más y más hombres; no sé cuántos sean, pero son demasiados. Estoy disparando hasta terminar con las balas. En eso los hombres se me acercan y me bajan a la fuerza del auto. Uno de ellos me golpea en el estómago. Yo caigo en el piso. Intento recobrar la respiración y me levanto. Los hombres quedan sorprendidos. —Espero que disfrutarás tu último día —le digo y veo cómo él pone una sonrisa. —Ja, ja, ja, ¿y qué me harás, pegarme con tu bolso? —Veo cómo se voltea y hace que los demás se burlen de mí. En eso,
—¿Qué es esto, padre? —Ella me dice enojada. Veo que Mateo se va hasta donde está su hija y lee el papel, pero él lo rompe y lo tira al piso. —Eso es mentira, ella solo nos quiere engañar y hacernos pelear entre nosotros. —Lo veo como una sonrisa, retándolo; él lo nota y se acerca a mí y me da un fuerte golpe en la cara. Siento el sabor metálico en mi boca, escupo hacia el piso y veo sangre. —Engáñate todo lo que quieras; tú, más que nadie, sabes que es verdad. Tú aventaste a tu hija a la cama de su primo y a la cama de su tío. —Él me vuelve a golpear. —¡Cállate! —me grita molesto. Me vuelve a golpear fuertemente, haciendo que la silla se desclave y caiga de lado al piso. Con el clavo intento romper el lazo de mis manos. Rompo el lazo, pero finjo que sigo amarrada. Él me levanta y acomoda la silla. Yo me quedo quieta esperando el momento. Veo la pequeña ventana. —Sabes, te pareces mucho a tu madre. Tantas noches deseé tenerla entre mis brazos, pero nunca pude; pero tú tienes un p
P.O.V Calem Después de escuchar cómo ese estúpido hombre fue el que mató a mi padre, cómo le robó su mercancía y sus socios. No me pude contener. Según el plan, era matar a Mateo, pero tenía que matar a ese hombre. Pero sé que mi Lari sabe cómo arreglárselas con ese hombre. Aun así, no bajo el lente de mi fusil de francotirador. Observé cómo ella se enfrentaba a ese hombre. Pero no sé por qué cada vez que la veo pelear me excita tanto. Por otra parte, debo de controlarlo; no es el momento. Tomo mi motocicleta y me voy hacia el lugar. Llego y veo cómo todos disparan en todas direcciones. Yo también saco una de mis armas y comienzo a disparar. Veo a los hermanos de Lari que entran en la casa. Yo sigo matando a todos estos perros; minutos después veo cómo los hermanos de Lari sacan el cuerpo de Mateo. Eso me hace sentir más aliviado de que compruebo que Lari está bien. —Ah. —Siento un ardor en mi brazo. Compruebo que estoy sangrando, veo a un hombre que le están temblando las manos
—No, eso no puede ser cierto —dice Clara. —Pues lo es, solo que tú no lo ves —le responde Fátima. —Espero que sepas esconderte bien, porque cuando salga de esto te mataré. — Él amenaza a Fátima, pero ella solo le escupe en el rostro. —Pues no creo que salgas vivo de esta. —Veo que Fátima pone una sonrisa de satisfacción. —Debí de matarte cuando pude —escuchamos como amenaza. —Exactamente, debiste de habernos matado, Mateo, o debería de decir, hermano —dice Burak y vemos cómo Mateo se queda sorprendido. —¿De dónde sacas esa enorme mentira? Tú no eres mi hermano. —Hasta en estos momentos él sigue mintiendo. —Claro que es tu hermano, por esa razón tú siempre lo trataste mal —le dice Fátima. —No, él nunca será mi hermano, él solo es un bastardo. —Vemos cómo aprieta la quijada. Los ignora y voltea a verme. —Sabes, me da mucha alegría que tu padre nunca fue feliz; como era tan fácil de controlar, que hasta hice que causara una guerra y solo por una mujer. Qué bueno que esté muerto.
—¿A dónde llevan a mi hija? —Veo que intenta aparentar que le importa su hija.—No te preocupes, la cuidaremos bien —le digo mostrándole una sonrisa macabra. Veo que voltea a ver a Calem.—Pero sabes, Calem, me encantó verte cómo llorabas mientras violaba a tu tía. —Observo a Calem y veo cómo aprieta la quijada—. Me encantó hacer la mía, como gritaba mientras me rogaba que no lo hiciera.Calem se acerca muy enojado, pero noto que Mateo tiene algo en la mano. Así que rápidamente detengo a Calem.—No lo hagas, es una trampa, él te quiere hacer daño. —Él me mira y después voltea a verlo a él. Observa su mano y mira cómo la mueve.—Sabes, Larissa, me encanta saber que, si muero, tu padre estará conmigo. —Él, ¿cómo sabe eso de mi padre?—¿Cómo sabes eso? —Lo miro detenidamente.—Porque si las cosas salían mal, la señora Martha intentaría matarlo por traidor. —Veo que ya tenían todo planeado.—¿Escuchaste eso, Dante? —Lo gritó en voz alta. Veo cómo Mateo y la señora Matha me miran atentamen
P.O.V DanteHan pasado varios días desde que mi madre intentó matarme. Y ahora sé que ella está muerta. Y mi padre y mi hermano están lejos de aquí. No regresarán a España. Pero saben que, si regresan, puedo ser capaz de matarlos.Escucho el bip… bip… bip… de la máquina que está a un lado de mí. Pero no me importa; daría la vida por mi hija. Sé que perdí un pulmón. Pero fue por una buena causa. Quiero que algún día mi hija me perdone por completo. Sé que ahora solo tengo una pequeña parte de su perdón, pero sé que todo lo que hice ni con toda mi vida lo pagaré. Veo que la puerta se abre. Entra Anabela.—Veo que no mentías esta vez —agrego. Intento responderle, pero no puedo hacerlo muy bien; solo puedo decir pequeñas frases. —No te esfuerces. Solo vengo a decirte que nunca te perdonaré por haberme hecho la vida imposible. Por destruirme. Ni por haber comprometido a mi hija sin siquiera conocerla, pero si no fuera por mi hija, te mataría en este momento. Pero siempre te tendré bien vig
P.O.V Larissa Estoy muy feliz de que Dante tenga a una mujer en su vida. Sé que así él podrá salir adelante, tener una familia y encontrar un nuevo sentido a su vida. Mis padres regresaron a Rusia. Mis hermanos se quedarán aquí en España a cuidar la empresa de Calem. Hoy regresamos a Escocia después de meses en España. Llegamos a la pista de aterrizaje. La madre de Calem y su abuelo van subiendo las escaleras del jet privado. Él va delante de mí y yo, antes de entrar, me detengo para ver un momento el paisaje. —¿Pasa algo, cariño? —Siento los brazos de Calem en mi cintura. —No es nada, solo que me quedé pensando en que tal solo una visita a España cambió todo, supe la verdad de mí y nos unió plenamente. —Nos quedamos así un momento. Después entramos en el jet. En unas horas estamos en Escocia. Es tan hermoso aquí. Ya no recordaba lo hermoso que es. Llegamos a la casa donde nos casamos. Empiezo a recordar la boda. Aunque sí me da un poco de coraje, por lo que hizo, Calem me las p