Hoy seria el día en el que el ruso atacaría, los días siguientes a la reunión que tuvimos con Karen me tenian los nervios de punta, nos preparamos mejor de lo que queríamos decir, pero igual las defensas nuestras estaban a la vista de todos, teníamos dos bebes que podían usar contra nosotros, uno de ellos estaba en mi vientre, soolo necesitaba hacer algo rapido y acabarían con ambos.
Suspiro mirandome en el espejo, el vestido rojo que escogí para esta noche es muy llamativo, pero necesitaba llamar la atención de las personas de esa reunión, no podia segir viendome como la chica asustadiza que todos creen que soy.
—Te vez preciosa, nena —sonrío dándome la vuelta para encontrarlo en la entrada de brazos cruzados, con su esmoquin que lo hacen ver muy sexy.
—Tu tambien estas muy bien.
—Si, lo se, por eso cuando regresemos a casa estaras preparada para mi, quiero probar ese lindo mangar que tienes dentro de las piernas —siento como mis mejillas se calientan por sus palabras, aun no me