Pase un poco más de tiempo con mi hijo y luego subi a mi habitación, Briss aun no llegaba y estaba un poco preocupada no quería pensar lo peor, pero en este momento no había de otra.
Tome un baño y cuando sali me encontre con una horrible imagen, en la cama de nuestra habitacion estaba Bris coin su camisa llena de sangre.
—¡Por Dios!, ¿que te paso? —niega cuando lo voy a tocar.
—No, no quiero que me veas asi.
—¡No me importa, estas herido, déjate de pendejadas, voy a revisarte —digo acercandome a el para abrir su camisa, jadeo cuando veo una herida de bala —. ¿Quien te hizo esto?
—El ruso, mate a dos de sus hombres, pero me tomaron desprevenido, eran muchos —gruño con fuerza.
—Ese hombre no va a dejarnos en paz, ¿hasta cuando?
—Hasta quuue te tenga bajo su poder, pero ya no tiene nada que te lleve a el.
No le presto atencion a sus palabras porque camino hasta el baño para ir por un botiquín que teníamos en el baño. Cuando lo encontré, sali con ls manos temblorosas, estaba nervi