Un año después. Llevo un año siendo la dama de compañía más cotizada de uno de los burdeles de Chicago, la vida no ha sido nada fácil para mi, al principio cuando llegué las golpizas y humillaciones fueron muchas, intente escapar un par de veces, pero solo recibía más golpes y al final me di por vencida, estuve con mi primer cliente y luego de eso me acostumbre a esta vida, la odio, quisiera salir de aquí como sea, pero es imposible, mi padre siguió jugando y las deudas las pago yo, una mierda, pero así es la vida. Retocó mi maquillaje y escucho el sonido de la puerta de mi camerino, por ser la mujer mejor pagada del lugar me dieron uno solo para mi, algo que agradezco porque cada vez que tengo que ser dama de uno de esos ricachones lloro como si fuera la primera vez.—El señor te espera Bella, compórtate, no quiero tener que castigarte —Asiento a mi proxeneta, un maldito que no le importa nada más que el dinero.—Necesito un día libre para mi, me dijiste que si hacía esto, lo haría
Leer más