FATAL DESCUBRIMIENTO.
Damián Feldman
Al verla allí acostada, sentí cómo todo mi mundo cambiaba de un momento a otro. La noche anterior, solamente me había dejado llevar por el loco impulso de mi cuerpo, y por las palabras de mi padre sobre tener un tercer hijo.
Pero… esto… esto era una verdadera locura que me calaba hasta lo más profundo.
Me costaba admitirlo, pero me había encantado dormir con ella. No por el cuerpo, ni por el placer. Me había gustado el silencio después, su respiración leve al quedarse dormida, la forma en que su cabello caía sobre mi pecho. Eso me jodía más que cualquier otra cosa.
Hasta ahí llegaría yo. Y eso, mi padre debía saberlo.
—¿Entonces sucedió? —escuché su voz detrás de mí.
Me giré despacio, con un nudo en el estómago.
—Sí. Pero no quiero hablar de eso, padre. Me siento sucio… como un traidor. Como un idiota que vendió su alma por un plan enfermo. Y si decides que ya no soy digno de tu confianza, lo entenderé.
Bartolomeo frunció el ceño… y luego sonrió.
—No digas estupideces.