Capítulo 122. La Sirena vs Victoria
A Anka la madre de Stefan le encantaba Sicilia, se sentaba en un sillón con una manta sobre las piernas, canturreaba melodías búlgaras mientras Adriana reía bajito de las travesuras de su pequeña que había iniciado a caminar.
—En verdad te hizo bien tener a Milena —le comentó Victoria a su cuñada.
Adriana sonrió.
Antes de ella, me hizo bien Matt, y antes de él, me hiciste bien tú.
Victoria frunció el ceño, sorprendida.
— ¿Y de qué manera pude haberte ayudado yo?
Adriana la miró con una expresión de admiración.
—Tú naciste en un mundo privilegiado como yo, te tocó enfrentar lo peor de la mafia y no te derrumbaste, saliste dispuesta a ayudar a otras mujeres en la situación en la que tuviste. Y como si eso fuera poco, me brindaste tu amistad, aun cuando sé que conociste al terrible, Franco.
Victoria sonrió.
—Llegué por Franco, pero me quedé por Stefan.
Stefan entró en ese momento y se entretuvo con la pequeña Milena, le dio un beso en la coronilla y la dejó