Capítulo 116. Cuando la tregua es una trampa
Regresaron a la propiedad de los Coppola, Michael escuchó que tocaron a la puerta de su habitación y entró alguien, sin necesidad de girar la cabeza sabía que era Diego.
— ¿Estás bien? —Preguntó Diego de forma aprensiva.
—Si ya Alessandro te dijo…
— ¿Qué pasó con Alessandro? No me ha dicho nada.
—Olvídalo.
Diego suspiró y lo dejó pasar.
—Vengo a repasar el plan.
— ¿Tienes dudas? —Preguntó Michael—. Sabes muy bien que podemos estar enfrentándonos a una trampa, entenderé si quieres quedarte.
—No tengo miedo, no seas absurdo.
—Bueno, el plan es sencillo, tenemos coordenadas para el intercambio, el Escorpión por la niña. Pero si el Alacrán es socio de Slashdot, es poco probable que no sepa lo que le ocurrió a su hijo.
—Puede ser, aunque sea un maldito, sigue siendo padre.
Michael subió los hombros.
—Obviamente no entiendo el concepto.
—Algún día.
—Quién sabe —murmuró Michael.
—Pues precisamente por eso he venido a conversar contigo. Nuestra mis