Capítulo 115. Un punto para Halcón
Michael no podía ver porque tanto aspaviento de Alessandro.
Obviamente no le gustaba matar, pero había aprendido que en su trabajo, a veces era necesario.
Sin embargo, sí quedó en su mente como una molesta espina, eso que Luciano lo había logrado.
—Claro que lo logró —susurró Michael mirando la noche oscura y solitaria—. Destruyó a Michael Herrera cuando negoció a una chica inocente por castigarme.
Michael encendió su moto y arrancó.
No se atrevía a verse a sí mismo como un héroe creado, pero le daba satisfacción acabar con los malos en nombre del daño que le hicieron.
Michael alcanzó a Alessandro y juntos pero sin dirigirse la palabra regresaron a la finca Rinaldi.
La esposa del chef estaba desmayada.
Diego estaba preocupado por sus amigos.
— ¿Qué consiguieron con Vecchio? —Preguntó Diego.
— ¡Seguimos siendo unos novatos Diego! —Masculló Michael lleno de ira—. Slashdot juega con nosotros, con nuestras mentes, con nuestros amigos —dijo mirando a los chefs