Capítulo 08. Palabra de honor
Victoria siente un nudo en la garganta llena de miedo.
— ¿Y después? —preguntó Victoria, tragando el nudo en la ansiedad—. Qué pasará cuando esté a merced de Franco.
Stefan movió su mano para quitar un mechón de cabello fuera de lugar en la coleta de Victoria, ella dio un paso atrás pegándose al ascensor.
Stefan puso sus manos a cada lado de ella y se acercó a decirle en su oído.
—Respira Victoria, por esta noche estás segura conmigo.
—Sé que no es cierto —espetó ella con valentía—, ya estoy harta, eres un sádico que disfruta tenerme en la cuerda floja temiendo por mi vida.
Stefan acercó su nariz a su cuello ya que ella quitó el rostro, soltó el aliento e inhaló de nuevo, Victoria sintió el escalofrío ante su contacto no deseado.
—No soy idiota Victoria, sé que planeas delatarme con mi madre y mi hermana.
— ¿Puedes culparme acaso? Yo tampoco soy idiota, sé que si sigo viva es porque ellas me conocieron.
Las puertas del ascensor se abrieron y Stefan la llevó a