Lucía quedó un poco atónita, sin reaccionar de inmediato.
Y la joven se presentó de manera natural: —Cuñada, aún no me has conocido. Soy Sonia Brown, mi papá se llama Pedro Brown. Cuñada, ¡seguro has conocido a mi papá!
—Oh— Lucía se dio cuenta de repente—, así que eres la prima Sonia.
—¡Así es!— Sonia sonrió radiante.
Lucía había conocido al tío de Polo en la última cena familiar: Pedro Brown.
Era un hombre de actitud extraña, palabras frías y escurridizas, tan gordo como una pelota y con una sonrisa que asemejaba a la de un tigre risueño, siempre dejando una sensación incómoda en quienes lo veían.
Se decía que Pedro también era el más contrario a Sonny y a Polo en toda la familia Brown.
A menudo solía decir en privado: —¿Por qué debería un forastero tomar decisiones en los asuntos de la familia Brown?
Pero cuando veía a Sonny y a Polo, mostraba una actitud completamente diferente, ayudándoles en todo lo que necesitaban.
En cuanto a Sonia, no era hija de Pedro, sino que llegó a la fam