—¿Qué?— Polo Juárez frunció el ceño.

No sabía nada sobre la visita anterior de Andrés Serrano a Nyisrenda.

Lucía García le contó todo detalladamente y luego dijo: —No te lo dije antes, porque primero, pensé que el asunto ya estaba resuelto y no había necesidad de repetirlo, y segundo...

—Realmente fui demasiado ingenuo—, se lamentó Lucía, —¡Nunca pensé que Andrés Serrano se ocultaba tan bien!

—No te culpes—, Polo Juárez acarició su hombro suavemente. —Ni siquiera yo esperaba que Andrés Serrano fuera así.

—Este teléfono, Josefina lo rompió—, Lucía lo miró fijamente. —En aquel momento, estaba preocupada de que el teléfono tuviera nuestras fotos y no fuera seguro, así que Josefina pensó en una solución y lo dejó caer en agua caliente.

Polo Juárez asintió.

Aunque el teléfono estaba desechado, si se recuperaría la información, se podrá ver su contenido...

Lo entregó a Omar Pérez. Con solo una mirada, y Omar supo qué hacer y se retiró de inmediato.

—Ve a dormir temprano—, Polo Juárez abrazó