—¡Si vuelves a tocar mi límite, ¡no te dejaré salirte con la tuya!
—Tú...
—¡Fuera!
Lucía soltó un rugido.
Joana la miró aturdida, con una expresión de horror y odio en los ojos, pero no se atrevió a seguir haciendo el tonto.
Lynn entró justo en ese momento y presentó esta escena.
Solo con mirar el desastre podía adivinar lo que había pasado.
Estaba muy sorprendida. Como temió que Lucía sufriera, a toda prisa, ¡se precipitó hacia delante y empujó a Joana! Joana fue empujada por ella y tropezó, golpeándose fuertemente contra la esquina de la mesa y rompiendo a sudar frío de dolor.
—¡Lynn, estás loca! —Joana estaba histérica—. ¡Te atreves a empujarme!
—¡Claro que me atrevo! —Lynn defendió a Lucía—. Tú trajiste a esta banda para molestar a Lucí, ¿verdad?
—¡Qué va! ¡Estoy aquí para darle negocios! —Joana le dio una mirada en blanco—. ¡Qué estúpida eres que no distingues entre lo bueno y lo malo! ¡Igual que Lucía!
Lynn no quiso meterse con Joana y se acercó a ella para abofetearla, dejándola