76. No recuerdo
Nuria
La oscuridad a mi alrededor era espesa, como si estuviera atrapada en un lago profundo. No había sonido, ni dolor, ni forma. Solo la sensación de flotar, entre lo que era y lo que ya no existía más.
Pero, poco a poco, algo rompió esa burbuja.
Un olor.
Fuerte. Familiar. Intenso.
Stefanos.
Era él. Y estaba tan cerca que sentí el calor de su cuerpo atravesando la oscuridad que me envolvía. Pero había algo extraño. Su olor venía mezclado con algo salado, cálido... triste.
¿Lágrimas?
No. Debía estar alucinando. Stefanos no lloraba. A no ser que...
El pensamiento me arrastró más cerca de la superficie de la conciencia. Mis sentidos regresaban en pedazos. Primero el olor. Después el calor. Y entonces… voces.
"...ninguna reacción cerebral. Debemos preparar el cuerpo para el funeral".
¿Funeral?
Quise gritar. Quise decir "¡Estoy aquí!". Pero todo lo que conseguí fue intentar mover los dedos. Débiles. Lentos.
Una voz rugió del otro lado del limbo.
"¡NADIE LA TOCA!".
La furia de Stefanos ex