Mundo ficciónIniciar sesiónEl murmullo de Dante fue tan bajo y profundo que se sintió directamente en mi cuello, no en mis oídos.
Giré un poco mi cabeza. Antes de responder, noté que Mauricio, que estaba a nuestro lado posando con las manos en sus bolsillos, nos miraba de reojo. Me callé y volví a mirar al camarógrafo que hablaba con mi padre y el señor Víctor.
—N-no puedo… —susurré tan bajo que dudé que me hubiera escuchado.
Su mano no volvió a tocarme, pero la cercanía seguía ahí, como una presión en la piel.
—Por favor, te lo suplico —respondió apenas movie







