Mundo ficciónIniciar sesiónMi cabeza se partía en dos, pero esta vez no era de dolor, sino por todo lo que empezaba a tener sentido. Cada imagen, cada recuerdo, cada mirada de Harper, cobraban otro significado.
Su miedo.
Sus silencios.
Sus palabras encriptadas.
Me incliné hacia adelante, los codos sobre las rodillas, las manos entrelazadas. El cigarro apagado seguía en el suelo.
Las lágrimas salían una tras otra sin que pudiera contenerlas, pesadas, calientes.
Y no… No eran de alivio o alegr&iacut







