PUNTO DE VISTA DE KIRA
En ese momento, perdí el apetito para seguir comiendo. Sentí cómo el sabor desaparecía de mi boca, dejando solo una amargura que se posaba en mi lengua. Mi enojo ya estaba creciendo antes de que los ancianos entraran, pero ahora el peso que oprimía mi pecho se sentía más intenso que nunca. Los ancianos estaban erguidos, con el rostro firme, y sus ojos ni una sola vez se dirigieron hacia mí. Era como si fuera invisible para ellos. Como si mi presencia en la sala no significara nada.
Jason los miró con el rostro serio. Por un breve instante, parecía estar controlándose. Luego dijo: —Ustedes no tienen derecho a elegir una pareja para mí.
Los ancianos intercambiaron miradas entre sí, y entonces Rick, uno de ellos, dio un paso adelante. Se inclinó ligeramente ante Jason, ignorándome como siempre, y dijo: —Lo sentimos, Alfa, pero creemos que usted no tiene voz aquí. Noventa de nosotros apoyamos esta decisión. Usted ha estado en este trono por más de tres años, y no ti