PUNTO DE VISTA DE JASON
El dolor no fue lo primero que sentí al abrir los ojos. Fue la confusión. No sabía dónde estaba ni quién era. El olor a hierbas llenaba el aire y una luz suave se filtraba por una ventana cercana. Lo único que llamó mi atención fue ella: la mujer de pie junto a la cama.
Era hermosa. Su pelo, sus ojos, la fortaleza silenciosa en su rostro — todo en ella me atraía. Por un momento olvidé el dolor en mi cuerpo. Aún recuerdo las primeras palabras que salieron de mi boca mientras la miraba.
—¿Quién eres?
Era extraño, en verdad. La pregunta real debería haber sido: ¿Dónde estoy? Pero, de alguna manera, saber quién era ella parecía más importante.
Ella me miró con desconfianza en los ojos. Más tarde supe su nombre —Kira, la Alfa de la Manada Nax. Eso explicaba el poder en su mirada. Me hizo preguntas durante horas: mi nombre, de dónde venía, qué recordaba —pero todo lo que pude decir fue que no recordaba nada. Mi mente estaba vacía. Mis recuerdos se habían ido como hum