–Ya están adentro, Liam –responde ella. – Hace mucho que están adentro. Pero ahora sé algo que antes no sabía.
–¿Qué? –pregunta él, con urgencia.
Amara inspira profundo.
–Que no pienso permitirles que se queden.
El sonido estático se intensifica, como si respondiera a su desafío.
Sophie mira de un lado al otro, buscando respuestas en todos los rostros.
–¿Qué hacemos? –pregunta, casi en un susurro. – ¿Qué hacemos ahora?
Amara se aleja finalmente de la pantalla, su respiración profunda pero firme.
–Ahora –dice con una voz que parece provenir de un lugar nuevo dentro de ella– empezamos a jugar nosotras también. Y empezamos desde adentro.
Liam la observa con un gesto que mezcla orgullo, temor y un amor tan intenso que casi duele.
–Sea lo que sea lo que decidas hacer –dice él. – estoy con vos. No importa cómo empiece. No importa cómo termine.
Ella lo mira por primera vez desde que la pantalla se encendió. Sus ojos están llenos de una claridad distinta, como