La noticia de la entrevista se filtra antes de tiempo. En cuestión de horas, los noticieros anuncian con titulares rojos que Liam romperá el silencio en cadena nacional. Las especulaciones hierven: unos dicen que confirmará lo que Kate ha declarado, otros aseguran que revelará secretos aún más oscuros.
Las redes sociales arden. Hashtags con el nombre de Kate y Amara se convierten en tendencia. Videos editados circulan sin control: compilaciones de Kate llorando en entrevistas, montajes que muestran a Liam con ella en escenas románticas, imágenes manipuladas en las que Amara aparece siempre como la villana. Los comentarios son despiadados: “ A Amara solo le importa el dinero”, “Liam merece a alguien mejor”, “Kate es la víctima”.
Amara lo lee todo en silencio, con el teléfono entre las manos y el corazón en un puño. Sabe que debería ignorarlo, pero no puede. Cada palabra se clava en ella como un recordatorio cruel de lo que está en juego. Liam, sin embargo, parece imperturbable. Se co