Capítulo 5.
CONTRATO CON EL ARROGANTE CEO.
Capítulo 5.
Era imposible mantener la calma con alguien tan… Desesperante como esa cosa.
—¡Eres una inútil, no vas a servirme para nada! —mascullé.
Justo en ese momento escuché una voz conocida desde la sala.
—¿Qué son esos gritos, joven Vincent? —era Carmencita, con ese tono familiar y cariñoso.
Se detuvo en la entrada de la cocina, mientras Declan, mi chofer, estaba a su lado en silencio.
Carmen había trabajado para la familia Sinclair durante muchos años, contratada por mi abuelo para mantener su mansión en orden, en ese lugar también vivieron mis padres. Era dedicada y discreta. Cuando decidí construir mi propia mansión para distanciarme de esos recuerdos, le pedí que fuera tres veces a la semana para que se hiciera cargo de su mantenimiento. Ella siempre seleccionaba con cuidado a las chicas del servicio que la ayudaban, pues sabía que no cualquiera podía entrar a la mansión. Mantenía la casa impecable y cocinaba para mí cuando era necesario,