Nuevamente el día se presentaba con un panorama de muy pocas nubes y una temperatura que seguramente estaría rompiendo algunos records para ser apenas dos de junio. Decidió desayunar huevos fritos en lugar de cereal. Siempre había creído en el rompimiento de la rutina, y ahora que lo estaba haciendo con las cosas grandes, las más importantes, pensó como lo más natural hacerlo también con las más pequeñas. Además, la caja de cereal comprada donde Martín ya se le había terminado; era demasiada caja para tan poco contenido. Tomó una refrescante ducha antes de vestir sus bermudas beige y su camiseta verde, y decidió pasar unos breves minutos observando por el telescopio algunas de las embarcaciones que a esa hora cruzaban el océano, para luego sentarse a escribir.
Nunca le había llamado la atención navegar en un velero; siempre lo había visto como una actividad algo excéntrica, y como un deporte, si es que se le podía llamar así, de gente multimillonaria, incapaces de pensar en alg