No quería llegar tarde a su cita, se trataba de la más importante de toda su vida. Más que cuando había tenido el examen de ingreso a la universidad o la posterior entrevista con el decano de la facultad. Más que cuando se sentó por primera vez frente al dueño de la agencia de publicidad, en la entrevista de trabajo para ocupar el puesto de diseñador gráfico, e incluso más que cuando tuvo su primera salida con Jimena. Aunque solo se trataba de sentarse a tomar un café o un refresco con una joven mujer de diez y nueve años, el misterio alrededor de la protagonista de su novela debía ser resuelto cuanto antes. No podía darse el lujo de posponerlo si quería tener la lucidez y la inspiración suficientes para cumplir con el contrato firmado con la editorial, el cual evitaría su posible regreso al mundo de la publicidad.
No pudo evitar una sonrisa cuando vio a la hermosa joven esperándolo en compañía de su novio justo al frente del mercado de Martín. Estacionó en el único espacio dispo