Capítulo 784
—¿Enzo Hernández…? —Luciana asintió con tranquilidad y se bajó de la caminadora—. Sí, lo conozco. Dígale que puede pasar, por favor.

—Como usted diga.

La enfermera salió, y unos minutos más tarde se abrió la puerta. Entró un hombre alto, de facciones marcadas con un aire mestizo muy particular: era Enzo.

—Señor Enzo —lo saludó Luciana—.

—Luciana —respondió él, acercándose con cautela.

—Por favor, siéntate —ella le ofreció asiento con una sonrisa suave—. ¿Quieres tomar algo? ¿Café? Recuerdo que te gusta el café negro, ¿cierto?

Diciendo esto, se dirigió a la pequeña barra de la habitación:

—No tardo nada en prepararlo.

—No te preocupes, no quiero molestarte…

—No es ninguna molestia. La verdad no tengo mucho que hacer ahora —contestó Luciana mientras acomodaba un par de tazas y las enjuagaba—. De verdad me sorprendió verte por aquí. ¿Cómo supiste que estaba internada?

—Fui a tu departamento y el guardia me contó lo que había pasado —explicó Enzo—. Me dijo que estabas en el hospital.

—Ya v
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App