Capítulo 1596
—Sí, muy lista.

Salvador se inclinó y la besó.

Martina abrió mucho los ojos, con las manos apoyadas en su pecho.

—Tú…

—¿Yo qué?

Cuando el beso terminó, la miró con las mejillas encendidas y soltó una risa breve.

—Somos esposos. Es normal.

Martina se quedó con la boca entreabierta, sin saber cómo refutar. Tardó en encontrar palabras.

—Estoy enferma. Te estás aprovechando.

—No me aprovecho de ti —le sostuvo el rostro entre las manos y la miró hondo—. Y no voy a permitir que te pase nada.

Esa noche, en el estudio, Salvador por fin se puso en contacto con Alejandro Guzmán.

En el teléfono, Alejandro lo encaró sin rodeos:

—¿Estás loco? ¿Qué hiciste? ¿Dónde tienes a Martina? ¿Están juntos?

—Sí —admitió Salvador.

—Tú… —Alejandro se quedó sin aire; aun siendo como hermanos, no encontró cómo defenderlo—. ¿Sabes lo que estás haciendo? Te la llevaste. Sus papás están que se vuelven locos.

—Sé que no puedes soltarla, pero esto no se hace. Así, ¿todavía esperas que Carlos Hernández te entregue a su
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
capítulo anteriorpróximo capítulo
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App