Capítulo 1592
Dicho eso, Salvador se dio la vuelta y se fue a la cocina.

Martina se quedó un buen rato donde estaba y, al final, se dejó caer en el sofá con el ánimo por el suelo. “¿De verdad iba a seguir resistiéndose? ¿Todavía podía?”

Cuando Salvador regresó con la infusión, ella ya no insistió en lo imposible y se la tomó sin protestar. Al terminar, él, como siempre, le ofreció un dulce de fruta.

—Para endulzarte la boca.

Martina apartó la mirada sin responder. Si ella no podía salirse con la suya, él tampoco la tendría fácil.

Ya entrada la madrugada, Salvador despertó y la vio sentada al borde de la cama, inmóvil.

—¿Marti? —rodeó la cama y la miró con extrañeza—. ¿Qué pasa? ¿Quieres ir al baño?

Ella lo miró como perdida, asintió.

—Ajá.

—Te acompaño —dijo, sosteniéndola—. Vamos.

Martina no dijo nada y se dejó llevar. Al salir, él la esperaba en la puerta para tomarle la mano. Ella dio un respingo, como si la hubieran asustado, y se apartó de golpe.

—¿Marti? —frunció el ceño, sin entender.

—¿Tú… q
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP