[Ginevra]

Estaba tan nerviosa por todo lo que estaba pasando que no podía quedarme quieta; caminaba de un lado a otro en la habitación, con la mente enredada en un solo pensamiento: Valentino. Tal vez ya venía en camino… tal vez ya estaba buscándome para llevarme de nuevo.

No podía imaginar volver a ese infierno. No quería regresar a ese maldito lugar, a sus manos, a sus sombras. Mi respiración se aceleraba, el corazón me golpeaba el pecho con violencia. Dios mío… tenía que salir de aquí antes de que Valentino llegara.

Miré la puerta y empecé a caminar hacia ella, decidida a huir, aunque los guardaespaldas intentaran detenerme. Pero justo cuando iba a alcanzarla, la manija giró desde el otro lado y la puerta se abrió. Me quedé paralizada un instante, conteniendo el aliento… hasta que vi quién entraba.

Mirko.

Corrí hacia él sin pensarlo y me lancé a su cuerpo, rodeándole el cuello con los brazos como si fuera mi único refugio.

—Sácame de aquí, por favor —supliqué, con la voz queb