Theo
— Sí, Margo —acaricié su mejilla —. Necesitas a tu amiga —mi mano sube y baja por su espalda.
Sabía que todo el grupo era muy unido, pero Margo y Emma tenían otra especie de conexión. Emma solía decir que estaba siempre muy sola, sus padres ya no estaban y simplemente se dedicaba a su carrera.
Emma murmura un «bueno» y sigue sollozando. Mientras la atraigo hacia mi pecho, le hago una pequeña seña a Merly para que traiga un té.
Por suerte no tengo que decir mucho; ella asiente y sale en busca de ello, sin siquiera intercambiar palabra conmigo. La verdad, es una muchacha muy eficiente.
Cuando Emma la propuso, tuve muchas dudas. No tenía mucha experiencia. De hecho, fue seleccionada porque Emma la recomendó entre otros con mejores currículums. Según ella, era una chica con gran potencial y que inspiraba confianza.
Hoy tengo que admitir que estaba en lo correcto.
— Amiga —Margo se asoma por la puerta y camina directamente hacia Emma.
Me aparto para que la envuelva en sus brazos.
— ¿Q