Theo
Mis últimas setenta y dos horas han sido una verdadera locura, pero no porque algo malo pasara, no fue así, al contrario, la vida parecía entrar en aquel gran lugar.
Luego que Emma llegara el viernes por la noche a mi departamento las cosas han cobrado más significado que antes, porque Oliver y ella trajeron paz, además de alegría a mi vida.
No sé en qué momento fue que todo cambió, solo recuerdo aquel día, en que un pequeño de ojos verdes, cabello castaño algo revuelto llegó a la oficina y se metió en mi vida mejorándola de una manera increíble.
Ese mismo que ahora me escribía.
Oliver: ¿Crees que los padres son solo de sangre?
Theo: ¿Hablamos científicamente, filosóficamente o mi opinión?
Oliver: Tu opinión, ya sé lo que dice lo demás ¿Tú sabes las definiciones?
Sabía, tenía en claro cada uno de esos conceptos, solo me parecía algo rara la pregunta de Oliver. Él acababa de enviarme un mensaje de la nada. Seguramente de camino al colegio.
Theo: Las sé. Pero volviendo a tu pregunt