Emma
Mi vista se nubló, la desesperación creció y dejé escapar un sollozo.
— No llores —su otra mano fue a mi rostro —, no llores, por favor —solté otro sollozo —, yo no dejaré que les pase nada —su mano acaricia mi mejilla.
— Él me lo va a quitar, quiere…
Mi mano tembló, el pánico aumentó.
— Escúchame, Emma, nadie te quitará a Oliver, no lo permitiré —sus manos tomaron mis mejillas —. Además, está la grabación de la oficina, nadie te quitará a Oli, pero tienes que hacer la denuncia y dejar asentado lo que pasó.
Lo escuchaba, entendía todo lo que decía, pero no podía dejar de pensar en todo lo que estaba pasando.
— Él jamás fue así —limpio mi nariz con la mano —¿Por qué ahora lo es?
Theo saca uno de sus pañuelos para pasármelo. Sonreí de lado y lo observé, era sencillo, una tela blanca sin nada en especial. Me imaginaba sus siglas grabadas en él, pero no. Era un simple pañuelo.
Sonreí antes de volver a limpiarme.
— No lo sé —su mano toma un vaso de agua que no sé de dónde salió —, per